domingo, 30 de noviembre de 2008

El turismo y la crisis

La crisis financiera estadounidense que se agudizó en el mes de octubre del presente año con la caída generalizada de las principales bolsas de valores de Nueva York, Europa, América Latina y Asia y que se ha visto reflejada con la disminución del consumo en las familias norteamericanas, amenaza con una profunda recesión a todas las economías del mundo.
Las previsiones para la economía mundial por parte del Fondo Monetario Internacional para los años 2008 y 2009 mencionan que “se prevé que América Latina podrá lidiar mejor con los actuales shocks mundiales que en crisis anteriores”.
En Bolivia los sectores que sepan moverse más rápido que la crisis sentirán tímidamente sus efectos en el corto, mediano y largo plazo. Si existe un sector que se anticipa a las crisis en sus medidas e inclusive las ve como una oportunidad es el turismo.
No hay que olvidar que los auges económicos se gestan en las crisis y serán aquellos sectores que mejor se adecuen a los procesos de contracción económica quienes se lleven las mayores ganancias cuando la economía vuelva a recuperarse.
Es por ello que el sector turismo de Bolivia debe repensar continuamente sus estrategias y verse como una oportunidad para recibir nuevos socios capitalistas ya que cuando el precio de las materias primas tiende a la baja, la inversión en turismo puede ser una oportunidad de salvaguarda financiera. Esto incluye a las agencias de viajes y turismo, líneas aéreas, hoteles, guías de turismo, empresas de transporte de pasajeros tanto fluvial como terrestre, instituciones financieras, etc.
Si el sector turismo mantiene una estructura de costos competitivos con márgenes de beneficios esperados acorde a la nueva realidad financiera del turista, además de sólidas estrategias de posicionamiento en la mente del consumidor final podrá, sin lugar a dudas, seguir contagiando a turistas con las culturas andinas milenarias, también con paradisíacas selvas amazónicas, lugares como Chacaltaya, Valle de la Luna, Tiwanaku, vivir el Año Nuevo Aymara, conocer el Lago Titikaka, el fabuloso Carnaval de Oruro, el colorido y alegre Carnaval de Santa Cruz, realizar un esforzado pero gratificante Biking a Coroico, disfrutar del enigmático Tour por las minas de Potosí, realizar el Circuito a las Misiones Jesuíticas del Oriente Boliviano conociendo la calidez y hospitalidad de su población, disfrutar de la vida social nocturna de ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, e inclusive realizar turismo aventura o ecoturismo en las regiones selváticas del Beni.
Mi consejo: mientras podamos, disfrutemos la vida y hagamos turismo.