domingo, 9 de enero de 2011

¿Hacia una Perestroika cubana?


¿Se podrá hablar de una Perestroika cubana? ¿Estamos ante la ‘crónica de una muerta anunciada’ del modelo económico socialista de Cuba? o ¿estamos ante una real adecuación del modelo socialista cubano a las tendencias actuales que se dan en los distintos socialismos del siglo XXI?
En febrero del 2008, Felipe Sahagún (profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid) utilizó el término Perestroika cubana para referirse al hecho de que se había iniciado una etapa con Raúl Castro donde pensar ‘esperar de él algo más que una Perestroika tranquila y controlada sería ilusorio’.
Las medidas económicas anunciadas por Castro el pasado 20 de diciembre y aprobadas por su gobierno tienen el nombre de Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución[1] y son de aplicación inmediata, rígida y radical. Dichas medidas introducen cambios estructurales y de conceptos al modelo económico cubano, además de una drástica reducción del gasto público, priorizando el presupuesto como algo sagrado; por otro lado se busca la eliminación de los subsidios a los productos, además de la flexibilización del trabajo para que los despedidos (‘relocalizados’, para nosotros) aprendan a desarrollarse por cuenta propia, permitiendo para ello el desarrollo de ciertas actividades de emprendimiento privado.
Hay quienes asumen que si existiese una Perestroika al estilo cubano, sería dar por sentado la ruptura y desintegración de su modelo socialista. Las realidades bipolares de fines de la década de los 80s son diametralmente opuestas al mundo en el cual vivimos hoy en día, donde se da paso a un multilateralismo más activo con mayor presencia de economías emergentes en el mundo.
Desde el punto de vista económico Cuba está cambiando y debe cambiar adaptando su socialismo a la realidad que vive el mundo, el cual es globalizado, interdependiente, y ante todo, capitalista.
Si bien no existe un modelo económico cercano al cual Cuba pueda seguir, pareciese que está copiando ciertas recetas del modelo “Doi Moi” (Renovación) de Vietnam del Norte, el cual ha llevado a dicho país, de acuerdo a estadísticas oficiales del Banco Mundial, a tener una incidencia de pobreza cercana al 30% de la población, ingreso percápita de $us 930, desempleo del 2%, 94% de la población con acceso a servicios básicos, tasa de mortalidad decrecientes menores a las tendencias observadas en los países de ingreso mediano bajo, ocupando el puesto 92 en la clasificación del IDH e incrementándose en 39% su índice desde el año 1986 cuando abandonaron la programación económica marxista. Lamentablemente, los derechos humanos en Vietnam están lejos de ser aplicados adecuadamente.
Si Cuba no cambia, es un hecho que muere. Pero el cambio no debe ser solo en el ámbito económico, ya que el mismo debe ir acompañado del respeto de los derechos humanos, pero eso en estos momentos parece una quimera; por lo tanto Cuba debe buscar su propio modelo de desarrollo y Los Lineamientos, como su nombre lo indica son solo eso, lineamientos, un conjunto de buenas intenciones con un fuerte apego a no perder la esencia del socialismo cubano.
Articulo publicado el 27/01/2011 en Diario El Deber de la ciudad de Santa Cruz - Bolivia.

viernes, 7 de enero de 2011

¿Ajustes al precio de la gasolina? ¡Nunca!

Esperar a que los movimientos sociales den visto bueno al gobierno para que suba vertiginosamente el precio de los hidrocarburos líquidos es pensar en imposibles, ya que nadie en su sano juicio aceptará incrementar el precio de los bienes y servicios que consume; claro, salvo aquellos que salen beneficiados con dicha medida.
Se ha dicho que ahora se consultará a los movimientos sociales para que determinen cuándo será el momento oportuno para subir los precios de la gasolina y el diesel, sin embargo, no se hizo lo mismo cuando se tomó la decisión de incrementarlos. Esa incoherencia incomoda a quienes no formamos parte de los llamados movimientos sociales.
El gobierno por lo visto está renunciando a controlar efectivamente el contrabando de la gasolina y el diesel, está ‘autorizando’ a que los entes del Estado cumplan sus deberes constitucionales. En ese sentido es menester cambios en las cúpulas del Ministerio de Hidrocarburos, Ministerio de Economía y Finanzas, Aduana Nacional y también en Y.P.F.B., ya que es allí donde principalmente se da la ineficiencia operativa.
Sin embargo, hay salidas que el gobierno conoce y no las aplica. Impuestos Nacionales realizó 6.244 intervenciones en los últimos tres meses a locales comerciales y negocios obligados a facturar y que no lo estaban haciendo. Sin embargo, qué sucede con aquellos negocios inscritos en Régimen Simplificado y que deberían estar en el Régimen General emitiendo factura.
En el período 2006-2009 el Régimen Simplificado solo aportó con 37 millones de Bs, representando en términos promedio apenas el 0,29% de las recaudaciones por concepto del IVA; inclusive inferior a la participación porcentual de dicho régimen entre los años 1996-2005 que alcanzaba al 0,47%. Todos sabemos y el gobierno también lo sabe que allí tiene una veta de oro para incrementar las recaudaciones tributarias y sólo por cálculo político no toma decisiones tendientes a incrementar realmente las recaudaciones tributarias, ya que es más cómodo cobrar impuestos a los sectores formales de la economía.
Renunciar implícitamente a disminuir el contrabando y ampliar el universo de contribuyentes supone jugarse por una continua subvención a la gasolina generando presiones hacia el déficit fiscal, que como sabemos es aminorado vía endeudamiento interno a través de la utilización del dinero de quienes aportamos para nuestra jubilación o disminución adicional a las Reservas Internacionales del Banco Central de Bolivia, que aunque están elevadas, han dado señales de ralentización en su crecimiento. El BCB acaba de desembolsar casi 225 millones de Bs para YPFB, de un total de 1.000 millones de dólares, sin embargo, se nos dice en comunicados oficiales que la plata del ‘gasolinazo’ era para financiar las operaciones de YPFB; a leguas se observa ineficiencia.
Viendo estas incoherencias en el manejo de la política económica es que la población boliviana manifestará continuamente su rechazo a subidas bruscas del precio de hidrocarburos, porque siente que es irrespetada, no consultada y simplemente utilizada como medio para conseguir mayores niveles de recaudación tributaria tendientes a esconder las incapacidades de las políticas hidrocarburíferas e impositivas.

lunes, 3 de enero de 2011

En Medio de la Incertidumbre

Esperábamos que el presidente Evo Morales Ayma haya brindado una serie de paliativos utilizando la política monetaria y fiscal para que la pérdida del poder adquisitivo del salario de las poblaciones urbanas haya sido leve. Nada de eso sucedió y la sensación de malestar e incertidumbre crece entre la población que no recibirá el 20% de aumento salarial.
¿Qué hará el pequeño empresario para incrementar el sueldo a sus trabajadores? ¿Entre todo lo que dijo Morales hay algo que lo beneficie directamente?
Si se observan las expectativas de inflación para el 2011, al último Informe de Política Monetaria realizadas por el Banco Central de Bolivia, esta llegaría aproximadamente al 4,5%. Hoy sabemos que dicha meta del Programa Monetario no será alcanzada y me gustaría saber la proyección de inflación mes por mes del BCB para el 2011; es más me gustaría conocer qué proyecciones realizan para cada rubro en la composición de la canasta básica que forman los artículos del IPC. No contento con ello, me gustaría conocer si seguirán poniendo de pretexto que los incrementos de los precios se deben esencialmente a la inflación importada y especulación, quitándose responsabilidades de mantener los precios internos estables.
El mandatario boliviano mencionó que 380 millones de dólares es la subvención a los hidrocarburos de los cuales 150 millones de dólares se esfuman vía contrabando, pero ¿cuánto se ganará vía impuestos merced al incremento de las tarifas a los hidrocarburos?, ¿esas medidas paliativas que mencionó cuánto costarán?, ¿qué harán con el excedente?
Tratando de encontrar respuestas técnicas se observa que en los sitios Web del Ministerio de Hidrocarburos, del YPFB, Economía y Finanzas no se dice absolutamente nada sobre este impuestazo. La falta de información no permite elaborar un mejor análisis para tener una mayor visión sobre la situación.
Inclusive, la resolución de la ATT (Nº 0584/2010) menciona que el precio de los “minibuses” en la ciudad de Santa Cruz será de Bs. 2 como máximo. Esa resolución es inaplicable por el simple hecho de que en nuestra ciudad lo que hay son micros y no minibuses. ( http://www.att.gob.bo/attachments/812_ANEXOS%20RA%200584.pdf ).
¿Será posible tener expectativas positivas en materia económica para el 2011?, ¿Qué precios adicionales deberán pagar los agentes económicos ya que con los precios actuales de los hidrocarburos líquidos no se garantiza que los mismos no vuelvan a subir?
Señor presidente, ¡dénos certidumbre!


Artículo escrito horas antes que Evo Morales derogara el D.S. 0748 http://www.youtube.com/watch?v=8XECln2mvRM&feature=related

El Precio de la Incapacidad

La brusca subida de los combustibles significa una brutal metida de pata del actual gobierno donde manifiesta su incapacidad para incrementar sus niveles de producción de hidrocarburos debido a la escasa inversión en exploración y perforación, además de la incapacidad manifiesta para controlar el contrabando que se observa en la gasolina y diesel.
Evo Morales, que no entiende de economía se inventa un viaje a Venezuela dejando la explicación de dicho gasolinazo al vicepresidente Linera, donde este último menciona que: “Hemos intentado proteger del contrabando, hemos movilizado a las Fuerzas Armadas, todo hemos hecho, pero es imposible”. Está diciendo con esto que es incapaz de cumplir con un deber constitucional. ¿Entonces para qué están en el poder?
El precio de su incapacidad la debemos pagar todos los bolivianos por el efecto que tendrán dichos incrementos en todos los bienes y servicios que consume la población boliviana.
Los esfuerzos que cada boliviano fue haciéndose para ser menos pobre que tendrán un retroceso, los niveles de ahorro disminuirán, los precios subirán, el descontento se generalizará, los sueldos serán cada vez más insuficientes, se erosionarán los aportes de quienes ahorran para su jubilación, la desazón y frustración se harán más evidente, las expectativas de días mejores para el 2011 tendrán su agrio sabor.
Se obliga a que los servicios básicos no suban. Es obvio que hacen esto porque dichos servicios no salen de sus arcas. ¿Por qué no hacen lo mismo con el precio de los alimentos?
Una de las partes triste de esta situación es que la actual forma de cálculo de la inflación permitirá mostrar al gobierno que su medida no generó los efectos inflacionarios que analistas y economistas pudimos haber dicho que sucederían, sin embargo, el bolsillo de las familias de niveles económicos medios y bajos sentirán duramente la medida.
Por otro lado, esta medida permitirá al gobierno contar con mayores recursos económicos vía impuestos, además de contraer de alguna medida la demanda de dichos hidrocarburos para aliviar la presión que tienen para incrementar los niveles de producción de los mismos.
Lo interesante de todo esto es que este tipo de medida económica es típica de un gobierno neoliberal, donde no quiere, no puede, ni debe subvencionar los bienes que consume la población. Esto desmitifica algo que siempre he sostenido y es que el actual gobierno nunca ha sido, ni es, ni será socialista desde el punto de vista económico, sino que es tan liberal como lo fue Sanchez de Lozada o Banzer Suárez, solo con un fuerte aditamento del pensamiento keynesiano, sino pregúntenle a Paul Krugman (Premio Nobel de Economía) qué opina al respecto.
El precio de la incapacidad la pagamos todos.

Articulo publicado el 31/12/2010 en Diario El Deber de la ciudad de Santa Cruz - Bolivia
Link: http://www.eldeber.com.bo/2010/2010-12-31/vernotacolumnistas.php?id=101230235928