lunes, 5 de agosto de 2013

Una mirada al África


 
 
 
 
Indagar sobre la economía africana, es una tarea que no forma parte de nuestra cotidianeidad, pese a que allí viven 1.100 de los 7.135 millones de habitantes del planeta, representa el 2,73% del PIB Mundial, además que allí están 34 de los 48 países más pobres del mundo y 24 de los 32 países que ocupan los últimos lugares en el Índice de Desarrollo Humano.

Existen en la actualidad dos visiones que subyacen cuando se analiza la evolución reciente del África subsahariana (países que no limitan con el mar Mediterráneo), una optimista y la otra más pesimista. En la primera visión, se reconoce que luego de los efectos devastadores de la crisis mundial, que desaceleró el crecimiento que estaba situado entre el 6% y 7% desde inicios de siglo, nuevamente a partir del año 2010 al 2013 la producción ha crecido sosteniblemente a tasas superiores al 5,1%, generándose expectativas que para el 2014 se llegue al 5,14% de acuerdo a previsiones del FMI.

Sumada a esta situación cada año está recibiendo 50 mil millones de dólares por año en inversión extranjera directa, la cual es superior a la ayuda externa que recibe en su lucha contra la pobreza. Según el Banco Mundial, la pobreza está disminuyendo en esta región del mundo, ya que desde 1996, la tasa media de pobreza en los países del África subsahariana ha disminuido en alrededor de un punto porcentual año y de seguir esta tendencia muchos países alcanzarán un ingreso nacional bruto per cápita de 1.000 dólares al año, convirtiéndose en países con “ingresos medios”. La educación secundaria, en la última década, aumentó en casi un 50% y la esperanza de vida aumentó en 10%.

La segunda visión arroja dudas sobre persistencia del crecimiento económico a largo plazo, ya que el mismo es impulsado fundamentalmente por el constante aumento de sus principales productos de exportación, los cuales son materia prima, generando alta correlación con las economías que compran sus bienes, además de que el sector manufacturero no ha crecido sustancialmente en su aporte al PIB desde la década de los setenta. Por otro lado, países como Burkina Faso, Mozambique y Tanzania, apenas han logrado reducir la pobreza. La inestabilidad política sigue siendo muy extendida, observándose que un tercio de los países se encuentran en medio de conflictos violentos.

Corrupción galopante, infraestructura en mal estado, crecimiento altamente desigual que es escondido por las interesantes estadísticas macroeconómicas presentadas por los organismos internacionales, se suma a la larga lista que adoptan quienes tienen una visión más pesimista sobre África subsahariana.

Ambas posiciones parecen irreconciliables, pero a la vez, ambas tienen razón, ya que forman parte de problemas y contradicciones aún más complejos de la realidad de esta zona del mundo; en tal sentido, puede ser difícil ser optimista sobre el futuro de África cuando se considera las patologías políticas que se han dado tendientes a mejorar su capital humano. Pero, es necesario considerar que hacen unos 15 años atrás era impensable vislumbrar que esté creciendo a los ritmos que actualmente lo está haciendo; ya que luego de la crisis de la deuda de la década los ochenta, el colapso de la Unión Soviética, la liberalización del sistema político en la década de los noventa, la adopción de consejos financieros, monetarios y cambiarios que emanaban de organismos como el FMI y Banco Mundial para muchos ha creado el caldo de cultivo para tener una posición más alentadora hacia los próximos años.

La combinación de una mayor democracia, cambio demográfico, rápida urbanización y aumento de los niveles de educación han modificado sustancialmente los procesos de formulación de políticas económicas y los donantes extranjeros están menos obligados a imponer reformas desde el exterior, lo que da más margen al interior de los países para avanzar en sus procesos de reforma. Por eso somos optimistas creyendo que estos aspectos descritos dan a la región una buena oportunidad de disfrutar de un crecimiento sostenido.

sábado, 22 de junio de 2013

¿Es sorpresa lo de Brasil?



Muchos hemos quedado sorprendidos por las protestas que se han originado en Brasil a lo largo de esta semana, inclusive hacen unos días atrás en la Plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz vi que estudiantes brasileños entonaron cánticos en apoyo a lo que estaba sucediendo en su país. Sin embargo, esto no debería ser causa de mucha sorpresa.
Brasil ha avanzado, ha crecido económicamente, tiene elecciones democráticas, sin embargo, la distancia que se observa entre todas las promesas que realizaron, Lula da Silva y Dilma Rousseff distan mucho de las necesidades insatisfechas que tiene el pueblo que no forma parte de la élite gobernante o política.
Si se observa el Índice de Gini del Brasil, durante el periodo 1998-2002 este se situaba en 55.1 y para el periodo de 2003-2007 bajó solamente 54.7. Esto es una clara muestra que la concentración del ingreso nacional sigue en pocas manos y los beneficios del crecimiento económico todavía no permite una amplia equidad en la distribución del ingreso.
La corrupción, desde que la época de la dictadura militar con Joao Figueiredo, ha sido una constante en este país. Se recupera la democracia con Tancredo Neves, quien lamentablemente falleció antes de asumir como presidente y quien lo sustituyó (José Sarney) ha sabido moverse hábilmente en las tortuosas arenas del poder desde ese entonces.
Fernando Collor de Melo fue obligado a renunciar por temas de corrupción. En aquella época estudiantes autodenominados "cara pintadas" denunciaron en las calles la situación por la que estaba pasando el Brasil.
Itamar Franco no representó un avance para el Brasil, sino más bien un estancamiento debido a una inflación del 1100% en 1992. Su plan económico no tuvo los éxitos esperados.
A través del Plan Real, Fernando Henrique Cardoso (PSDB) devolvió la estabilidad monetaria y cambiaria al Brasil.
La época de Lula y Dilma ha estado plagada de corrupción.
El aumento del precio del transporte fue la gota que colmó el vaso e hizo que grupos de estudiantes y trabajadores salgan a las calles a protestar, porque no entendían cómo pueden estar construyendo estadios de lujo con un sistema de salud y educación altamente deteriorados. Debemos aprender de ellos.
Durante días la presidenta no dijo nada y las declaraciones de viernes 21/06 de sentarse a hablar con los líderes de las manifestaciones pacíficas ha sido fuertemente rechazada en los distintos foros de internet. Se revirtió el alza de las tarifas de transporte, pero ¿hasta cuando?.
Rousseff al asumir el mando como presidenta manifestó "acabar con la miseria". ¿Ha cumplido esto?
Sin dudas la presidenta deberá replantear muchos aspectos de su política económica y social en base a la presión que irá sintiendo, ya que el 2014 buscará su reelección.
Las demandas no se detendrán, así que estaremos atentos a lo que suceda con nuestro vecino.

jueves, 20 de junio de 2013

Indefensos ante el sistema judicial

 
 
Continuamente se siente y se sufre el hecho de que la impunidad se campea de forma inmisericorde en nuestra ciudad cuando se trata de delitos cometidos contra las personas.

La presencia imparcial, sesgada, tergiversada de la administración de justicia es el común denominador para quienes hemos padecido por el sistema judicial corrupto y retrógrado que vivimos en nuestra ciudad.
Cuando alguien experimenta que sus derechos y garantías constitucionales son vulnerados o cuando es victima de algún delito, todos los entes del Estado se aprovechan de esa situación, porque allí ven una forma de generarse unos ingresos adicionales merced a la desgracia ajena.
 
El grado de indefensión en el que nos encontramos sumergidos solo puede ser aliviado en la medida en que los recursos financieros con los que poseamos permitan pagar adecuadamente la sed de dinero que tengan todos los inolucrados con el sistema judicial.
 
Mucha gente que ha tenido una vida digna y honrada, al ser victima de un delito debe pagar mucho más dinero que el victimador. ¿Qué sucede si no tengo dinero para hacer valer mis derechos constitucionales? ¿Qué sucede si no formo parte de una estructura política de poder para que se respete mi ciudadanía? ¿Existe Estado para protegernos?.
 
Realmente estoy convencido que la justicia existe, pero la administración justa de la justicia es solo una quimera, una sutil utopía para los libros de texto.

miércoles, 16 de enero de 2013

Del principio que motiva la división del trabajo


 
 
Ahora analizaremos el capítulo 2 de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith donde se nos manifiesta que la natural propensión de los seres humanos a intercambiar voluntariamente una cosa por otra es la causa germinal de la división del trabajo, ya que el ser humano a diferencia de los animales decide cuándo, cuánto, dónde y con quien realizar sus transacciones comerciales.
Cuando las personas no consiguen obtener lo que desean en los procesos de negociación, son capaces de actuar de forma rastrera y con adulos. Esto solo sirve en algunos momentos, ya que las vidas civilizadas caracterizadas de codependencia, en donde para granjearse el favor de los demás, se apela al egoísmo de la otra parte haciéndole notar los beneficios que obtendría si realiza una negociación con nosotros.
Este elemento es esencial para entender la Riqueza de las Naciones de Smith, donde los individuos no apelamos a las conductas altruistas de las personas, sino a las ventajas que éstos obtendrían si realizan transacciones con nosotros. A muchos negociadores les va mal porque olvidan este punto que plantea Smith, ya que buscan solo ganar y ganar de forma incesante, olvidando que la otra parte debe ser seducida en base a una asimilación de las ganancias que obtendrían si realizan su respectiva transacción.
Para que la división del trabajo sea un proceso exitoso es menester que exista un adecuado desarrollo de las capacidades para realizar un oficio específico acompañado de la educación que le permita al joven una cualificación que exige el mercado en el cual cumplirá sus labores. En países como el nuestro tendemos a olvidar la formación técnica a nivel de la secundaria, siendo que es allí donde se comenzará a forjar personas con habilidades diferenciadas que irán desarrollando a lo largo de su vida.
Por ello es menester, desarrollar talentos, habilidades, saberes y competencias que se caractericen por la mutua utilidad para la sociedad en su conjunto. Este viene a ser uno de los principales desafíos que tenemos como sociedad del siglo XXI en Bolivia.
 
Jose Antonio Montaño Jordán


martes, 8 de enero de 2013

De la División del Trabajo






En 1776 Adam Smith publicó su controversial libro ‘Una Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones’ y desde ese instante hubo un antes y un después sobre la forma de interpretar la relación del hombre con su entorno económico, social y político.

El propósito tanto del presente como de los futuros artículos a ser publicados es formular una visión de la realidad económica de Bolivia utilizando la Teoría Clásica de Smith plasmada en cada uno de los capítulos de su Riqueza de las Naciones.

En su Libro I, Capítulo I, de la división del trabajo se nos plantea algo elemental para entender toda la realidad económica y es el hecho de que las sociedades logran destrezas, pericias, adelantamientos productivos solamente a causa de la división del trabajo.

Si bien Bolivia ha dado pasos importantes en cuanto a la división del trabajo, especialmente en la etapa posterior al auge liberal iniciado en 1985, todavía se sigue concibiendo profesiones extremadamente generales que no permiten una mejor cualificación en los procesos de producción, ya que muchas destrezas específicas necesarias para la generación de bienes y servicios competitivos no son adecuadamente desarrolladas por los mismos.

Muchas veces se considera a la división del trabajo como algo extremadamente obvio y por lo tanto le revisten escasa consideración. Tanto el fordismo como el postfordismo basaron sus procesos de producción en los principios esgrimidos por Smith y estos a su vez permitieron la evolución de una industria automotriz en todas partes del mundo.

Cuando en Santa Cruz se visitan talleres, pequeñas manufacturas, negocios, organizaciones, etc., se observa la baja productividad debido fundamentalmente a una ineficiente división del trabajo, porque al interior de la organización no se tiene una visión sobre el impacto positivo que tiene en su desarrollo.

Una baja productividad implica una mayor absorción de costo de mano de obra directa, menores márgenes de utilidad, mayores precios, por lo tanto pérdida de competitividad ante productos de empresas con mayor incorporación de los principios de la división del trabajo.

Sin embargo, existen críticas a estos planeamientos smithsonianos ya que plantea que cuando ‘un hombre tiene puesta toda su atención en un objeto solo está en aptitud más propia para descubrir los medios más oportunos y expeditos para tocar en el punto deseado, que cuando su imaginación se disipa con la mucha variedad de materia’ lo que en realidad está proponiendo es la deshumanización del obrero.

La Riqueza de las Naciones no está exenta de planteamientos que hoy en día han sido superados por la realidad en la cual se vive durante el siglo XXI, pero también es cierto que los fundamentos de la división del trabajo permitió esgrimir las bases de lo que sería la Revolución Industrial, la Edad Moderna y Contemporánea que hoy nos toca vivir.

Hasta el próximo capítulo …

 

El triunfo de las malas ideas


El triunfo de las malas ideas

La crisis económica en curso es un tema de todos los días en Estados Unidos y Europa principalmente, donde los letrados en economía, tratan de dar fórmulas cada vez más inverosímiles para salir de la misma.

En tal sentido, el periodo transcurrido desde el 2008 hasta la actualidad ha sido un verdadero laboratorio para el análisis de los ciclos económicos para todos aquellos que nos emocionamos al estudiar su evolución, causas y efectos a través del tiempo.

Continuamente se piensa que en Bolivia no existen buenos economistas que puedan dar soluciones de corto, mediano y largo alcance a los problemas estructurales que tenemos. Sin embargo la Ciencia Económica brinda interesantes respuestas, por lo tanto ¿dónde radica la dificultad?

Podríamos buscar chivos expiatorios en distintos lugares y con las más diversas características y colores, pero lo que sí podemos aseverar es que los encargados de tomar las decisiones económicas son los políticos en Bolivia y es allí donde muchos economistas se han movido en las antípodas de posiciones execrables, ya que unos son totalmente seguidores línea por línea del pensamiento oficialista y otros son irracionalmente contrarios a todo lo que haga el gobierno sea esto bueno o malo, dejando de lado lo que tendrían que saber.  En ese sentido, quien muchas veces paga las consecuencias, aunque ni se entera, es el ciudadano común que busca análisis interpretativos de una realidad económica que tiendan por lo menos a tener cierto grado de consistencia y que las mismas le sean significativas.

El 2009 un reconocido economista cruceño dijo que debíamos ajustarnos los cinturones, consumir menos para ahorrar más. El colega cometió algo conocido como la falacia de la composición, es decir, creer que lo que es cierto para una parte lo será para el todo. Si todos tratan de recortar sus gastos de consumo, el ingreso total disminuirá y por ende el desempleo aumentará. Ese mismo año, Lula da Silva alentaba a las familias brasileñas a no disminuir el consumo de bienes para no dañar la producción de bienes y servicios. ¿Notan la diferencia?

Hoy estamos en una etapa de crecimiento económico en Bolivia y se necesitan planteamientos serios, congruentes, pragmáticos y sostenibles desde todas las posiciones ideológicas, económicas y políticas para evitar a toda costa que las malas ideas triunfen o sigan triunfando.