viernes, 19 de diciembre de 2008

Interpretando el Balance 2008 de la CEPAL




Hay una pregunta que está rondando por la mente de muchas personas ¿En qué medida impactará la crisis financiera estadounidense en América Latina y el Caribe? Esta pregunta ha sido respondida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) quien menciona que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del conjunto de los países de la región será de 1.9% para el 2009, aunque para Sudamérica el crecimiento será de 2.4%, es decir, una disminución 59% con respecto al 2008. Para ver el video de la presentación haga click AQUI.
El informe de la CEPAL no ha sido del agrado de los distintos gobiernos de la región, debido a que sistemáticamente cada uno de ellos ha mencionado que se han dado los pasos necesarios y con antelación para evitar los impactos en los niveles de producción, empleo y precios que ocasionaría la crisis económica que viene desde los países desarrollados. Por ello, es recomendable que la CEPAL explique detalladamente la metodología que ha seguido para hacer las proyecciones del crecimiento para el año 2009.
La crisis se manifestará con mayor agudeza mediante la disminución del empleo, mayores dificultades para acceder a financiamiento bancario generando expectativas negativas en la población y vendrá acompañada con el deterioro de las exportaciones a los países desarrollados tanto en su cantidad como en su precio, además de la disminución de las remesas que se reciben desde Europa y Estados Unidos principalmente.
Los países que sentirán con más fuerza el impacto en la disminución de su crecimiento son: México, Paraguay, Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, mientras los que menos sentirán su impacto son Haití, Cuba, Colombia y Nicaragua. Bolivia crecerá sólo el 3.0% el 2009, cifra mucho menor que la del 2008 estimada en 5.8% representando una disminución en términos porcentuales del 48%.
Los gobiernos de la región tienen que liderar las medidas para enfrentar la crisis desde tres frentes:
  • primero, liberando las restricciones que pudieran existen a toda la cadena productiva de bienes y servicios mediante facilidades de acceso a materias primas, insumos y mercados competitivos;
  • segundo, generando políticas públicas que protejan a los sectores más vulnerables de los efectos de la crisis;
  • y tercero, generando información y oportunidades que faciliten a los micro, pequeñas y medianas empresas el tomar la crisis como oportunidad y desafío, enseñándoles a adecuarse a la misma, sin esconderles nada de tal manera que puedan sacar provecho de un escenario menos favorable.