sábado, 22 de junio de 2013

¿Es sorpresa lo de Brasil?



Muchos hemos quedado sorprendidos por las protestas que se han originado en Brasil a lo largo de esta semana, inclusive hacen unos días atrás en la Plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz vi que estudiantes brasileños entonaron cánticos en apoyo a lo que estaba sucediendo en su país. Sin embargo, esto no debería ser causa de mucha sorpresa.
Brasil ha avanzado, ha crecido económicamente, tiene elecciones democráticas, sin embargo, la distancia que se observa entre todas las promesas que realizaron, Lula da Silva y Dilma Rousseff distan mucho de las necesidades insatisfechas que tiene el pueblo que no forma parte de la élite gobernante o política.
Si se observa el Índice de Gini del Brasil, durante el periodo 1998-2002 este se situaba en 55.1 y para el periodo de 2003-2007 bajó solamente 54.7. Esto es una clara muestra que la concentración del ingreso nacional sigue en pocas manos y los beneficios del crecimiento económico todavía no permite una amplia equidad en la distribución del ingreso.
La corrupción, desde que la época de la dictadura militar con Joao Figueiredo, ha sido una constante en este país. Se recupera la democracia con Tancredo Neves, quien lamentablemente falleció antes de asumir como presidente y quien lo sustituyó (José Sarney) ha sabido moverse hábilmente en las tortuosas arenas del poder desde ese entonces.
Fernando Collor de Melo fue obligado a renunciar por temas de corrupción. En aquella época estudiantes autodenominados "cara pintadas" denunciaron en las calles la situación por la que estaba pasando el Brasil.
Itamar Franco no representó un avance para el Brasil, sino más bien un estancamiento debido a una inflación del 1100% en 1992. Su plan económico no tuvo los éxitos esperados.
A través del Plan Real, Fernando Henrique Cardoso (PSDB) devolvió la estabilidad monetaria y cambiaria al Brasil.
La época de Lula y Dilma ha estado plagada de corrupción.
El aumento del precio del transporte fue la gota que colmó el vaso e hizo que grupos de estudiantes y trabajadores salgan a las calles a protestar, porque no entendían cómo pueden estar construyendo estadios de lujo con un sistema de salud y educación altamente deteriorados. Debemos aprender de ellos.
Durante días la presidenta no dijo nada y las declaraciones de viernes 21/06 de sentarse a hablar con los líderes de las manifestaciones pacíficas ha sido fuertemente rechazada en los distintos foros de internet. Se revirtió el alza de las tarifas de transporte, pero ¿hasta cuando?.
Rousseff al asumir el mando como presidenta manifestó "acabar con la miseria". ¿Ha cumplido esto?
Sin dudas la presidenta deberá replantear muchos aspectos de su política económica y social en base a la presión que irá sintiendo, ya que el 2014 buscará su reelección.
Las demandas no se detendrán, así que estaremos atentos a lo que suceda con nuestro vecino.

jueves, 20 de junio de 2013

Indefensos ante el sistema judicial

 
 
Continuamente se siente y se sufre el hecho de que la impunidad se campea de forma inmisericorde en nuestra ciudad cuando se trata de delitos cometidos contra las personas.

La presencia imparcial, sesgada, tergiversada de la administración de justicia es el común denominador para quienes hemos padecido por el sistema judicial corrupto y retrógrado que vivimos en nuestra ciudad.
Cuando alguien experimenta que sus derechos y garantías constitucionales son vulnerados o cuando es victima de algún delito, todos los entes del Estado se aprovechan de esa situación, porque allí ven una forma de generarse unos ingresos adicionales merced a la desgracia ajena.
 
El grado de indefensión en el que nos encontramos sumergidos solo puede ser aliviado en la medida en que los recursos financieros con los que poseamos permitan pagar adecuadamente la sed de dinero que tengan todos los inolucrados con el sistema judicial.
 
Mucha gente que ha tenido una vida digna y honrada, al ser victima de un delito debe pagar mucho más dinero que el victimador. ¿Qué sucede si no tengo dinero para hacer valer mis derechos constitucionales? ¿Qué sucede si no formo parte de una estructura política de poder para que se respete mi ciudadanía? ¿Existe Estado para protegernos?.
 
Realmente estoy convencido que la justicia existe, pero la administración justa de la justicia es solo una quimera, una sutil utopía para los libros de texto.