Muchos hemos quedado sorprendidos por
las protestas que se han originado en Brasil a lo largo de esta semana,
inclusive hacen unos días atrás en la Plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz vi
que estudiantes brasileños entonaron cánticos en apoyo a lo que estaba
sucediendo en su país. Sin embargo, esto no debería ser causa de mucha
sorpresa.
Brasil ha avanzado, ha crecido económicamente, tiene elecciones democráticas, sin embargo, la distancia que se observa entre todas las promesas que realizaron, Lula da Silva y Dilma Rousseff distan mucho de las necesidades insatisfechas que tiene el pueblo que no forma parte de la élite gobernante o política.
Si se observa el Índice de Gini del Brasil, durante el periodo 1998-2002 este se situaba en 55.1 y para el periodo de 2003-2007 bajó solamente 54.7. Esto es una clara muestra que la concentración del ingreso nacional sigue en pocas manos y los beneficios del crecimiento económico todavía no permite una amplia equidad en la distribución del ingreso.
La corrupción, desde que la época de la dictadura militar con Joao Figueiredo, ha sido una constante en este país. Se recupera la democracia con Tancredo Neves, quien lamentablemente falleció antes de asumir como presidente y quien lo sustituyó (José Sarney) ha sabido moverse hábilmente en las tortuosas arenas del poder desde ese entonces.
Fernando Collor de Melo fue obligado a renunciar por temas de corrupción. En aquella época estudiantes autodenominados "cara pintadas" denunciaron en las calles la situación por la que estaba pasando el Brasil.
Itamar Franco no representó un avance para el Brasil, sino más bien un estancamiento debido a una inflación del 1100% en 1992. Su plan económico no tuvo los éxitos esperados.
A través del Plan Real, Fernando Henrique Cardoso (PSDB) devolvió la estabilidad monetaria y cambiaria al Brasil.
La época de Lula y Dilma ha estado plagada de corrupción.
El aumento del precio del transporte fue la gota que colmó el vaso e hizo que grupos de estudiantes y trabajadores salgan a las calles a protestar, porque no entendían cómo pueden estar construyendo estadios de lujo con un sistema de salud y educación altamente deteriorados. Debemos aprender de ellos.
Durante días la presidenta no dijo nada y las declaraciones de viernes 21/06 de sentarse a hablar con los líderes de las manifestaciones pacíficas ha sido fuertemente rechazada en los distintos foros de internet. Se revirtió el alza de las tarifas de transporte, pero ¿hasta cuando?.
Rousseff al asumir el mando como presidenta manifestó "acabar con la miseria". ¿Ha cumplido esto?
Sin dudas la presidenta deberá replantear muchos aspectos de su política económica y social en base a la presión que irá sintiendo, ya que el 2014 buscará su reelección.
Las demandas no se detendrán, así que estaremos atentos a lo que suceda con nuestro vecino.
Brasil ha avanzado, ha crecido económicamente, tiene elecciones democráticas, sin embargo, la distancia que se observa entre todas las promesas que realizaron, Lula da Silva y Dilma Rousseff distan mucho de las necesidades insatisfechas que tiene el pueblo que no forma parte de la élite gobernante o política.
Si se observa el Índice de Gini del Brasil, durante el periodo 1998-2002 este se situaba en 55.1 y para el periodo de 2003-2007 bajó solamente 54.7. Esto es una clara muestra que la concentración del ingreso nacional sigue en pocas manos y los beneficios del crecimiento económico todavía no permite una amplia equidad en la distribución del ingreso.
La corrupción, desde que la época de la dictadura militar con Joao Figueiredo, ha sido una constante en este país. Se recupera la democracia con Tancredo Neves, quien lamentablemente falleció antes de asumir como presidente y quien lo sustituyó (José Sarney) ha sabido moverse hábilmente en las tortuosas arenas del poder desde ese entonces.
Fernando Collor de Melo fue obligado a renunciar por temas de corrupción. En aquella época estudiantes autodenominados "cara pintadas" denunciaron en las calles la situación por la que estaba pasando el Brasil.
Itamar Franco no representó un avance para el Brasil, sino más bien un estancamiento debido a una inflación del 1100% en 1992. Su plan económico no tuvo los éxitos esperados.
A través del Plan Real, Fernando Henrique Cardoso (PSDB) devolvió la estabilidad monetaria y cambiaria al Brasil.
La época de Lula y Dilma ha estado plagada de corrupción.
El aumento del precio del transporte fue la gota que colmó el vaso e hizo que grupos de estudiantes y trabajadores salgan a las calles a protestar, porque no entendían cómo pueden estar construyendo estadios de lujo con un sistema de salud y educación altamente deteriorados. Debemos aprender de ellos.
Durante días la presidenta no dijo nada y las declaraciones de viernes 21/06 de sentarse a hablar con los líderes de las manifestaciones pacíficas ha sido fuertemente rechazada en los distintos foros de internet. Se revirtió el alza de las tarifas de transporte, pero ¿hasta cuando?.
Rousseff al asumir el mando como presidenta manifestó "acabar con la miseria". ¿Ha cumplido esto?
Sin dudas la presidenta deberá replantear muchos aspectos de su política económica y social en base a la presión que irá sintiendo, ya que el 2014 buscará su reelección.
Las demandas no se detendrán, así que estaremos atentos a lo que suceda con nuestro vecino.